Miércoles, 8 de noviembre de 2017.
La evolución social y económica, la transformación del territorio durante los 41 años de existencia del PGM, ha traído a la redacción de un nuevo Plan urbanístico que pueda articular las necesidades, retos y oportunidades que marcarán el futuro metropolitano. Para explicar su contenido la Asociación invitó al Sr. Ramon Torra, Gerente del Área Metropolitana de Barcelona, que empezó diciendo que había llegado la hora de reflexionar sobre el futuro que queremos por la ciudad metropolitana y poner en valor el capital social, mediante un debate que ha servido para guiar los trabajos de redacción del nuevo Plano Director Urbanístico (PDU) metropolitano. Todo un reto y toda una oportunidad para el futuro y el progreso de una zona capital por el desarrollo futuro de Cataluña.
Para introducir el tema y presentar al conferenciante, el Presidente de la Asociación, Lluis Marsà, explicó brevemente los antecedentes de la actual situación. “El área Metropolitana de Barcelona – precisó-, es depositaria y reflejo de una tradición y práctica urbanística valiosa, la cual ha posibilitado la configuración de un entorno urbano caracterizado por la cohesión y el progreso económico y social, hasta acontecer una característica distintiva y de reputación internacional. El actual AMB se explica en gran medida a través del Plan General Metropolitano del año 1976. El PGM ha sido una herramienta que aplicada con entendimiento, visión y consenso, ha servido a los poderes públicos, a los agentes económicos y a la sociedad civil para modernizar la metrópolis barcelonesa y su complejo sistema territorial, y para impulsar su transformación urbana y social”.
El hecho es que el PGM ha quedado obsoleto. Fue pensado en los años 70 y desde entonces han cambiado mucho las cosas. El tipo de actividad industrial es diferente y la manera de crecer también tiene que ser radicalmente diferente, porque en estos momentos el área metropolitana ha agotado su suelo y la nueva ciudad se tendrá que pensar en un crecimiento por transformación.
Ramon Torra empezó diciendo que “teníamos el Plan General Metropolitano que fue aprobado en un contexto muy diferente. No se habían cubierto unos estándares urbanísticos mínimos y, en su día, significó un gran paso. Es claro que eran otros tiempos y Barcelona venía de otra situación política y la práctica urbanística quedaba bastantes veces al margen del interés de la ciudadanía. El PDU del área Metropolitana de Barcelona quiere revisar y poner en alza los nuevos retos y oportunidades a través de un proceso participativo que está sirviendo para elaborar el nuevo Plano Director Urbanístico que tendrá en cuenta el legado del PGM, que ha acabado estableciendo unas formas de actuación hoy compartidas. Ahora había que responder a los retos que plantea la cultura urbanística contemporánea de acuerdo con las nuevas agendas medioambientales, sociales y organizativas”.
En primer lugar el Gerente del Área Metropolitana de Barcelona se refirió a Ley 21/2010 y señaló los objetivos que la propia ley define: establecer los elementos estructurando de la ordenación urbanística del ámbito metropolitano, determinar el desarrollo urbanístico sostenible, la movilidad de las personas y los materiales y los transportes metropolitanos, delimitar las reservas de suelo y establecer medidas para la protección del suelo no urbanizable y definir las políticas metropolitanas de suelo y vivienda y de la actividad económica.
Trasladado estos objetivos, que tienen que quedar explicados con detalle en un documento formal, el PDU pretende definir las reservas por los sistemas urbanísticos generales, clasificar el suelo de ámbito metropolitano, fijar los criterios para calificar el suelo urbano y urbanizable, delimitar los ámbitos de transformación urbanística, garantizar el uso racional del territorio para la preservación del medio natural, la calidad de vida y el valor agrícola y forestal de los terrenos y definir la normativa urbanística y de edificación común.
Es decir, como precisó Ramon Torra, “el PDU tiene ante sede dos objetivos conceptuales: la definición de un modelo urbanístico metropolitano que integre la diversidad actual, ecológicamente sostenible, económicamente eficiente y socialmente cohesionado; y los métodos y las herramientas necesarias para llevarlo a cabo”.
Previo a la redacción del Plan se hizo todo un trabajo participativo, en una primera fase mediante 6 workshop para generar temas con la participación de profesionales y técnicos internacionales, con la edición de 8 documentos (estudios y trabajos) y con una exposición concebida como una reflexión teórica sobre el mismo Plan Director, y que se ha podido ver en Boston y Chicago, Shanghai y Santiago de Chile. En una segunda fase, con 8 líneas de trabajo previamente definidas: innovación y centralidad, movilidad, actividad económica en polígonos, tejidos residenciales, metabolismo urbano y servicios, crecimiento en bloque, urbanizaciones dispersas y paisaje. Queda todavía pendiente una tercera fase: la redacción de los correspondientes estudios transversales y las conclusiones y la presentación del Plan, previsto para el año 2019.
A continuación detalló también los Planes metropolitanos que están actualmente en curso: el Plan especial de protección y mejora del Parque Agrario del Baix Llobregat, el Plan especial de Protección del medio natural y del paisaje del Parque Natural de la sierra de Collcerola, el Plan Director Urbanístico de ámbitos de actividad económica del Delta del Llobregat, y el Plan Director urbanístico de ordenación del sector de interés supramunicipal en el ámbito de Gran Vía-Llobregat.
Para acabar explicitó que la normativa que tiene que apoyar este Plan tendrá tres atributos esenciales, la simplicidad, la flexibilidad y el dinamismo.