Jueves, 24 de enero de 2019.
El pasado 24 de enero se presentó en el Auditorio de la Associació de Promotors de Catalunya (APCE) el libro “El Índice de gentrificación en Barcelona”, de Joan R. Riera, cuya introducción corrió a cargo del vicepresidente tercero del APCE, Xavier Vilajoana.
Durante la presentación, Riera explicó que la gentrificación es una palabra de la que se ha hablado y escrito mucho en los últimos años, y que se ha incorporado en el lenguaje político urbano, en el relato de la ciudad como concepto al cual hay que combatir. Después de estudiar este concepto y fenómeno en Barcelona, Joan R. Riera concluye que sí existe gentrificación en la ciudad, pero sobre todo los territorios más victimizados del fenómeno son los barrios que soportan incrementos de precios de la vivienda a la vez que se registra una caída de renta media, y no los barrios que, según Riera, viven la gentrificación en primera persona, puesto que la estructura de propiedad palia bastante los efectos, argumenta. Así pues, según Joan R. Riera, este es un fenómeno propio de toda la ciudad, y no sólo de un barrio.
El autor considera que habría que hacer el mismo estudio en base a la Barcelona metropolitana, puesto que entonces posiblemente se daría un resultado diferente si no se consideraran los movimientos entre las diferentes villas y ciudades metropolitanas. Según el autor, debe definirse qué es Barcelona, a pesar de que afirma que, si atendemos a los límites administrativos actuales, sí que existe gentrificación, y de forma notoria en algunos barrios, al mismo tiempo que existe como fenómeno urbano de toda la ciudad. Joan R. Riera afirma que Barcelona, por sí misma, es una ciudad gentrificadora.
Durante la presentación, el autor comentó el ejemplo del barrio de Sant Antoni, donde afirma que la gentrificación es un fenómeno reciente -desde 2016- pero que ha entrado con mucha fuerza. Asimismo, según Riera este barrio hace evidente que la gentrificación en él poco tiene que ver con el concepto de gentrificación de origen norteamericano, sobre todo porque la estructura de pequeños propietarios es muy paliativa de este fenómeno. A través de este ejemplo, Joan R. Riera concluye que, de su trabajo se puede extrapolar que las políticas se realizan a partir de los relatos y no desde los datos, puesto que en el caso de Sant Antoni se hace evidente que primero se diagnosticó la gentrificación como problema político antes de que los indicadores de este fenómeno indicaran alarma.
Riera cree que las soluciones no pasan por “la estigmatización de un barrio o de unos bloques de viviendas “en lucha”, si no que pasan por soluciones residenciales y políticas sociales inclusivas en aquellos afectados que las requieren”.