Jornadas

La Rehabilitación de Edificios

Jornada

Jueves, 2 de julio de 2015.

El Decreto 67/2015, de 5 de mayo, para el fomento del deber de conservación, mantenimiento y rehabilitación de los edificios de viviendas, mediante las Inspecciones Técnicas y el Libro del Edificio tiene por objetivofomentar la cultura del mantenimiento de los edificios de viviendas y facilitar el conocimiento del estado en que se encuentran, a fin de que las personas propietarias y, en su caso, las comunidades de propietarios, puedan programar las actuaciones y acordar la aportación de los fondos necesarios que hay que adoptar, a corto y medio plazo, para la rehabilitación, la conservación y la adecuación de las viviendas a los requerimientos técnicos que regula la normativa vigente.

Consciente de la importancia del tema, la Asociación programó una jornada específica a este tema invitando a participar a representantes de las administraciones autonómica y central y del ámbito asegurador y de empresas de servicios y suministros. Durante la sesión se expusieron el nuevo marco estatal (Código Técnico de la Edificación), autonómico (Decreto de Habitabilidad) y local (Ordenanzas Técnicas), así como los aspectos a considerar al acometer un proyecto de rehabilitación de un edificio, por lo que se refiere a la eficiencia energética y sostenibilidad ambiental, soluciones en accesibilidad, y las coberturas aseguradoras a los riesgos inherentes a ésta tipología de intervenciones.

Presentó la sesión y la moderó el Sr. Xavier Vilajoana, vicepresidente de la APCE. En su intervención incidió en que el camino de la rehabilitación viene trazado por lo que otros países de la UE han venido realizando desde hace muchos años, por lo que en  el futuro debemos ir al ritmo de estos países cuyo diferencial actual con el modelo español es muy amplio. Aportó varios datos, como que el peso de la rehabilitación en nuestro país es del 27-28%; una cifra alejada de porcentajes que se dan, por ejemplo, en países como Francia, Inglaterra y Holanda, que se mueven entre el 30 y el 35%, y de otros como Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, que quizás con más tradición, se mueven alrededor del 39-42%. También sobre el parque de viviendas y su estado; así, recordó que aproximadamente el 55% del parque edificado que asciende a 25,2 millones de viviendas, es anterior al año 1980 y casi el 21% cuentan con más de 50 años. “Lo cual abona la tesis –preció-, que nos encontramos ante un parque que necesita importantes recursos para adecuarse a estos estándares”.

En primer lugar intervino el Sr. José Manuel Domínguez, Responsable de Prescripción de la Dirección de Gestión de Mercados de Gas Natural. En su exposición señaló los cuatro aspectos del reto energético que debe imponerse en los edificios: ser más eficientes; es decir, consumir menos energía; que dicha energía suponga el menor coste para el usuario; que tenga un bajo impacto medioambiental y que la inversión inicial sea asequible.

Diseccionó los sistemas de calefacción de alta eficiencia, centralizada para todos los edificios de una zona urbana común, centralizada por cada edificio en particular y centralizada individualmente para cada vivienda aportando datos y rendimientos y terminó apuntando los criterios para la una rehabilitación energética sea realmente eficiente: valoración de la rentabilidad, explicó que son eficientes los sistemas y no los generadores apuntando que los sistemas térmicos deben adaptarse al tipo de uso. En este apartado indicó que en viviendas el sistema más eficiente es el individual ya que los sistemas de distrito son eficientes con el uso de energías residuales y con consumos intensivos. Por último, quiso dejar claro que se debe contar con los suficientes mecanismos financieros.

A continuación el Sr. Javier Agudo, Director de zona de Cataluña y Baleares de Zardoya OTIS, señalo la importancia de los ascensores en la eliminación de las barreras arquitectónicas y, concretamente, para proporcionar una satisfactoria movilidad vertical. Dijo que las nuevas dotaciones implican un incremento de prestaciones pero también de consumos, habitualmente eléctricos, por lo que hay que conseguir compaginar las sostenibilidad con los avances tecnológicos, pensando en futuro. Aventuró que el coste de la energía y de los combustibles fósiles seguirán encareciéndose, de ahí que el compromiso de la eficiencia energética es pura supervivencia.

Más adelante abundó en los factores que intervienen en la eficiencia de los ascensores: la tracción eléctrica (sin cuarto de máquinas), el variador de tensión y frecuencia en control de motor, las máquinas sin reductor, el motor de imanes permanentes, la regeneración de energía, los sistemas de suspensión y tracción muy flexibles, el sistema de apagado en modo de reposo, la gestión inteligente del alumbrado y el dimensionamiento adecuado de las instalaciones.

La tercera de las ponencias presentadas corrió a cargo de las compañías aseguradoras, interviniendo el Sr. Marco José Piccirillo, Responsable de los ramos técnicos y empresas de AXA; la Sra. Isabel MarÍa Espejo, Responsable técnico de OCT de Applus. Al alimón expusieron el papel de las coberturas aseguradoras en la rehabilitación de edificios y su control técnico, desgranando los diferentes modos y sus coberturas. Insistieron en dar respuesta a una pregunta que juzgaron crucial en todo proceso: ¿porqué asegurar? brindando ejemplos dramáticos que avalan su necesidad. Insistieron en que toda aquella persona o entidad implicada en una construcción debe tener en cuenta una serie de factores que afectan tanto al constructor como al comprador: la responsabilidad y la garantía. De la responsabilidad señalaron que se impone al causante del vicio o defecto de reparar el daño y a la que deberá hacer frente, con una duración de 1, 3 y 10 años. De la garantía, para el comprador representa un compromiso de que el edificio entregado está libre de daños materiales ocasionados por vicios o defectos de la construcción que supondrá una seguridad al comprador a la hora de adquirir una vivienda.

La segunda mitad de la sesión supuso el turno para las administraciones. En primer lugar intervino el Sr. Luís Vega, Consejero técnico de Arquitectura y Sostenibilidad, de la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo, del Ministerio de Fomento, que expuso su visión del tratamiento de la rehabilitación de edificios en el Código Técnico de la Edificación.

Comenzó diciendo que la sociedad demanda calidad en la edificación y que el objetivo del CTE era garantizar la seguridad de las personas, el bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente. Reconoció que el CTE le daba un tratamiento dispar a la rehabilitación por lo que hay quien lo considera falto de equilibrio y de criterio racional pero explicó que las correcciones que se habían llevado a cabo le daban una flexibilidad de la que carecía al principio y que tal flexibilización venía dada de acuerdo con las condiciones de cada edificio y del tipo de intervención que, sobre el mismo, se apuntaba realizar, ya que no es posible la aplicación directa de la normativa desarrollada para edificios nuevos a las intervenciones realizadas sobre edificios existentes.

Este criterio de flexibilidad lo definió explicando que cuando la aplicación del Código Técnico de la Edificación no sea urbanística, técnica o económicamente viable o, en su caso, sea incompatible con la naturaleza de la intervención o con el grado de protección del edificio, se podrán aplicar, bajo el criterio y responsabilidad del proyectista aquellas soluciones que permitan el mayor grado posible de adecuación efectiva. Es decir, que debe diferenciarse lo que es obligatorio de lo que es posible, lo cual lo determina el propio edificio. En este aspecto recordó la importancia de lo que dio en llamar como “No empeoramiento”, donde precisó que en las intervenciones en los edificios existentes no se podrán reducir las condiciones preexistentes relacionadas con las exigencias básicas, cuando dichas condiciones sean menos exigentes que las establecidas en los documentos básicos del Código Técnico de la Edificación, salvo que en éstos se establezca un criterio distinto. Las que sean más exigentes, únicamente podrán reducirse hasta los niveles de exigencia que establecen los documentos básicos.

Por su parte el Sr. Jordi Sanuy, Director de Calidad de la Edificación del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, detalló el Decreto 67/2015 para el fomento de la conservación, mantenimiento y rehabilitación de los edificios de viviendas, en relación con el deber de las personas propietarias de la conservación y la rehabilitación de las edificaciones, y con la competencia de los ayuntamientos para dictar órdenes de ejecución para hacer cumplir el deber legal de conservación y rehabilitación.

Explicó que el Decreto también tiene en cuenta las disposiciones de la Ley 8/2013 (estatal), de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, sin por eso olvidar que el marco competencial estatutario otorga estas competencias a la Generalitat. Es por eso que algunos de los requisitos del Decreto –señaló-, son más exigentes que el marco estatal, como por ejemplo, la caducidad de las inspecciones, o contrariamente, tienen más flexibilidad, para no exigir en el momento hacer la inspección técnica del edificio la certificación energética. Precisó también que otra de las novedades es la inclusión de las viviendas unifamiliares, destacando que dos terceras partes de las viviendas son unifamiliares y que una tercera parte de los ciudadanos vive en una de ellas.

Indicó que con este Decreto se regula la inspección técnica de los edificios de viviendas y la programación de estas inspecciones, así como también el Libro del Edificio, que se inicia con los documentos que dispone el edificio cuando finaliza la obra de construcción de las viviendas y que se va ampliando, a lo largo de su vida, con la información de las diversas intervenciones o actuaciones que se lleven a cabo para el mantenimiento y la mejora de la habitabilidad.

Abundó en la tipología de las deficiencias señalando que, hasta la fecha, el Decreto vigente establecía una clasificación de las deficiencias del edificio como graves o leves. Sin embargo el nuevo texto introduce hasta cuatro niveles:

  • Muy graves. Deficiencias que por su alcance representan un peligro inminente y generalizado para la estabilidad del edificio y la seguridad de las personas y que requieren una intervención inmediata.
  • Graves. Las que representan un riesgo inminente para la estabilidad o seguridad de determinados elementos del edificio o graves problemas de salubridad, que presuponen un riesgo para la seguridad de las personas y que requierenmedidas cautelares.
  • Importantes. Las que a pesar de no representar un riesgo inminente ni para la estabilidad del edificio ni para la seguridad de las personas, afectan la salubridad y funcionalidad y hacen necesaria una intervención correctora.
  • Leves. Las que hacen necesario realizar trabajos de mantenimiento preventivo y/o corrector para evitar la agravación o la aparición de nuevas deficiencias.

Finalizó su intervención afirmando que el ITE representaba a la vez un instrumento y una oportunidad para rehabilitar.

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