Jueves, 29 de junio de 2017.
El Presidente de la Asociación, Luis Marsà, en su intervención para presentar el contenido de la sesión ya señaló, para centrar el tono de la reunión, que “el sector de la construcción sigue siendo un ámbito tradicional, una industria muy conservadora en la que cualquier cambio es analizado con mucha cautela, entre otras cuestiones por que en la construcción hay innumerables aspectos que no responden a una lógica de eficiencia, como la finalidad social de la vivienda, o la propia regulación -económica, política y administrativa-, que recae sobre él”. Y así lo entendieron la totalidad de los ponentes, profesionales, directivos de empresas y representantes de la Administración.
En la exposición general del tema, el arquitecto Felip Pich-Aguilera, dio una visión sociológica de la vivienda, explicando el valor del cambio de paradigma de la edificación en los momentos actuales, glosando la necesaria interacción de la arquitectura y la maquinaría empleada en el buen funcionamiento de los edificios. Se refirió abiertamente a los procesos de industrialización –alejados de los sistemas de prefabricación-, y de las ventajas que proporciona la construcción directa en el puesto de trabajo, lo cual proporciona importantes ahorros en los transporte y en el coste energético, que apuntó que podía llegar a ser del 15-20%. Por último se adentró también en el cambio cultural en favor de la sostenibilidad.
El Sr. Juan Manuel Domínguez (Gas Natural), hizo mención que el futuro de la edificación en Europa pasa por los edificios de consumo de energía casi nulo; es decir, inmuebles que demanden muy poca o ninguna energía, y que esta provenga de fuentes sostenibles. Eso sí, manteniendo al máximo los estándares de habitabilidad y confort para sus usuarios. En esta línea nos sitúa la Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética en edificios, que insta en todos los países miembros a trabajar en esta dirección para conseguir este objetivo en 2020, añadiendo la necesidad de tender hacia una reducción de la demanda.
El Sr. Israel Ortega (Uponor), hizo una defensa del concepto de “confort”, fuertemente arraigado con la cultura de cada país; concepto que no es igual en todas partes, pero que tiene determinadas exigencias: accesibilidad, condiciones energéticas…etc. A la vez se mostró altamente favorable a la integración de los sistemas y las estructuras en los edificios, poniendo como ejemplo la solución térmica de los suelos radiantes, sobre todo en edificios residenciales señalando que reducía la estratificación y ampliaba el espacio útil, dando menores consumos energéticos proporcionando una uniformidad de temperatura a toda la vivienda.
La Sra. Natalia Agromayor y el Sr. Jorge Peña (Pladur), dieron una lección de qué manera se pueden hacer sistemas y estructuras de alta calidad con una clara vocación informativa y didáctica, por lo que a lo largo de su intervención explicaron como su empresa había llevado a cabo un valioso memorándum técnico de la totalidad de sus productos en dos ediciones: impriesa sobre papel y totalmente digitalizada. De esta última herramienta hicieron una demostración de las aportaciones que proporciona para las empresas y los profesionales técnicos del sector.
Los Sres. Marc Nogués y Alfred Batet (Simon), apostaron por la inevitable convergencia entre el mundo físico y el mundo digital indicando que es una apuesta que señala indefectiblemente la línea del futuro. Explicaron en detalle, a través de un producto que viene a conmemorar el centenario de la compañía: el interruptor Simon 100, un nuevo interruptor de instalación tradicional que se puede convertir en inteligente. A lo largo de su intervención fueron facilitado una visión de la interacción entre el mecanismo y el usuario, mediante este nuevo sistema de adaptabilidad; una nueva realidad de inteligencia evolutiva.
Para acabar la sesión intervino el Sr. Jordi Sanuy, Director de Calidad de la Edificación de la Generalitat de Cataluña. Dijo que la Administración intenta ayudar en la línea apuntada por todos los intervinientes mediante dos líneas de actuación: la eficiencia energética y la accesibilidad, sobre todo para la rehabilitación de los edificios. Señaló la necesaria labor de “culturizar” a la ciudadanía respecto de este cambio cultural y que por eso aprobaron dos decretos esenciales por el sector: el Decreto de Habitabilidad, que aportó criterios de flexibilidad a la vivienda y el de las Inspecciones Técnicas de los Edificios para fomentar el mantenimiento. Cerró afirmando que en esta tarea “todos juntos tenemos que remar en la misma dirección”.